Hoy, 8 de junio hace 41 años del fatal accidente que segó la vida de uno de los mejores y más bravos pilotos de motociclismo español, Santiago Herrero. Fue en la Isla de Man, en el Tourish Trophy de 1970, cuando esa carrera era puntuable para el mundial de velocidad y por la que han pasado los más grandes pilotos y los que más agallas tenían, como Nieto, Hailwood, Ubialli, Agostini, Pasolini, Read, Dunlop, Charruters, Sheene y un largo elenco de grandes campeones que no se dejaban amedrentar por que los circuitos fueran de una forma u otra. La milla 13, fue el lugar en el que Santi Herrero tuvo la desgracia de caer por una mancha de aceite que había dejado un piloto antes al caer y que no le avisaron.
Como todos los pilotos en aquella época, Santi era piloto, mecánico, transportista y amigo, su OSSA de chásis monocasco y vávulas rotativas era más lenta que las Yamaha, pero menos pesada y pilotada con maestría por él, la hacía casi imbatible. Estuvo a punto de ganar el mundial en el 69, pero una caída le dejó maltrecho y en el 70, iba líder del mundial del 250 y seguro que lo habría ganado, ese y muchos más, pero el destino de la milla 13 quiso que no lo hiciera.
Aún sigo sin explicarme qué no hay ninguna mención en circuitos, ni en zonas de motos, ni en ningún lado que “huela a moto” a Santiago Herrero. Los “sabelotodo” de las motos, los que se creen que la vida empieza y acaba en Lorenzo seguro que me dirán “si solo ganó tres carreras en su vida”, en efecto, solo tres, pero solo Dios sabe lo que habría hecho este piloto si no se hubiera matado, quizás estaríamos hablando de un gran dominador de categorías grandes español, quizás… el destino de la milla 13 de la Isla de Man nos lo impidió.
Un saludo.
Salamandra
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