27 años, a la misma edad a la que fallecieron grandes artistas, pero todos auntodestructivos, como Jim Morrison, Kurt Cobain, Janis Joplin o Jimi Hendrix, todos pensaron que era mejor vivir deprisa, disfrutar de la vida (con excesos, claro) y morir joven, tirando por la borda un talento descomunal y privando a sus seguidores con nuevas experiencias.
Los excesos de la reina del soul son demasiados para los 27 años que tenía, el último el que le hizo suspender un concierto en Croacia (creo) a mitad del mismo por el estado lamentable en el que se encontraba, y con ello llevar a cancelar toda la gira europea.
Por desgracia para sus admiradores y amantes del soul, siempre nos quedarán sus canciones recogidas en sus dos únicos álbumes, aunque según su discográfica, estaba preparando el tercero.
Amy siempre vivía al límite de su autodestrucción por el alcohol y las drogas, y el que ocurriera lo que ha ocurrido, era solo cuestión de tiempo, y su tiempo se acabó en su casa de Londres. No se sabe las causas por las que Amy ha fallecido, pero poco importa ya.
Descanse en paz.
Un saludo.
Salamandra
Cantaba fatal, como un gato al que le pisan el rabo, pero eso no quita para que le desee que descanse en paz, igual que le deseo a todo aquel que haya muerto, hayan sido mejores o peores en su vida. Descansen todos en paz eterna, amén.
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