Pobrecitos los futbolistas que les hacen trabajar el día 2 de enero

Esto es infame, vive Dios, que los pobres futbolistas de primera (y segunda?) división han de jugar el día dos de enero, cuando aún no se habrán recuperado de los excesos de una noche en la que todo es fiesta (sic) y que les hagan acostarse pronto el día 1 (osea la nochevieja) para estar frescos el día de su trabajo. Quién osa hacerles trabajar que le mandamos a galeras... Ahora dejando atrás las coñas, ¿de qué van estos mequetrefes? aunque no se de qué me extraño, son unos privilegiados y que sus jefes les dejan hacer y deshacer lo que quieran, y además la propia gente, los aficionados de sus equipos les apoyan y si dicen que no juegan, los aficionados están con ellos y que nadie venga a contradecirles. El fútbol, es una religión en la que a los seguidores les importa un pimiento que su familia pase hambre, que no tengan trabajo o que les vayan a quitar la casa por no pagar la hipoteca, si su equipo gana, si ganan al rival acérrimo, si golean en la copa, champions o liga ellos son felices y sus problemas no importan. Que nadie toque a sus ídolos que son capaces de pegarse por ellos... ¿No será que se van a poner hasta el culo de sustancias que "pitarían" en un control antidóping, y dejándoles una semana de "descanso" adicional, los efectos se diluyen y no tendrán problemas? Vamos dile a un trabajador que el día dos no vaya a trabajar porque la nochevieja agarró una melopea del 22 y sigue "desmejorado" para trabajar... ja ja ja, me imagino la cara del jefe y los esfuerzos del trabajador por aguantar con la mejor cara posible el día de trabajo, pero los futbolistas como tienen el estatus de dioses, pueden presionar a sus jefes (los que se dejen) para descansar más que los demás mortales. Ah, y que no venga nadie diciéndome que no conozco el deporte de élite, porque se llevará un chasco. Para los ases del balón... sois unos desagradecidos. Día 31 de diciembre tras finalizar un entreno... "mañana entrenamiento voluntario" a ver quien tenía bemoles de faltar... Un saludo. Salamandra